Para terminar con esto...

Les cuento de antemano que no pude acabar, me refiero a tener un coito con la bella joven del oficio. Es que me puso látex. A pesar de mi edad y de mi vagancia debo confesarles que jamás había usado un condón. Un tanto porque una vez lo intente y con esa capucha en mi falo no pude contener una erección, me incomodo sobremanera, y otro tanto porque hasta ese día había muy selectivo a la hora estar con una mujer. Nunca con una mujer de bar. Exclusivamente con mi pareja de turno, pues nunca he podido sostener una relación estable con nadie. Ya saben, solo algunos meses, cosa rara un año; lo que sucede es que evito enamorarme. La chica trato de estimularme al máximo con la formula lewisnky pero que va con esa cosa encima apenas podría alebrestarse mi miembro. Se echo encima de mí tratando de apurar el asunto. Ella misma introdujo mi pene en su vagina y empezó a no sé que porque yo no sentía nada. Y justamente cuando empecé a sentir algo sonó el bendito celular. Bendito a la verdad porque nunca quise estar en aquella situación. Vuelta a la semilla, una cosa que me dio como pena y no se porque. Era mi madre, ella siempre metiéndose en mi vida, con todo el derecho por habérmela dado. La chica me pregunto que si era mi mujer. Le dije que no, que era mi madre y con toda la sinceridad del mundo le dije que dejáramos todo hasta donde iba porque ya se me había quitado el animo de todo. Pensé que tal vez había sido el dinero mas fácil que se había ganado en su oficio, pero total, yo no lo había perdido. Luego me dijo que no me preocupara que esas cosas pasaban a menudo. Yo asentí y salí de nuevo al encuentro con mis compañeros. Ella salio tras de mi y rápidamente se confundió entre la multitud del lugar. Quizás alguna día le vuelva a ver.