viernes, noviembre 18, 2005

Plomo en la capital

La tía Eulalia se llego a “Entre Ríos” a finales del verano, Juan de Dios ya había terminado la secundaria. En casa le llaman con el mote de “Plomo” y no era por cariño sino porque cuando estaba pequeño se contamino con este elemento cuando Vivian en la vieja casa de la familia cerca de la bomba de gasolina del pueblo. El muchacho supero eso pero el mote siempre le quedo. Ahora la tía Eulalia venia a llevárselo a la capital pues quería que su sobrino fuese a la universidad y no fuera un analfabeto funcional como su hermano y su cuñada, los padres del muchacho. El joven se fue y les dijo a sus padres que se iba a ser famoso para que ellos le vieran en los periódicos. Sus viejos que apenas sabían leer le prometieron que en lo adelante comprarían la prensa para saber de el. Al siguiente día de la partida del muchacho compraron un diario regional que apenas tenia información de la capital pero era mejor que nada. Leyeron en un titular “Plomo en caracas” y se alegraron pues ya el muchacho había llegado, suponían. A los días leyeron en otro titular “ Plomo en la universidad central”. Vaya nuestro hijo si que es rápido, ya esta en la universidad. Dijo su padre, y así paso el tiempo y una que otra vez encontraban noticias de plomo en la capital. Luego vieron una noticia que decía “Plomo en el congreso”, se sorprendieron del avance del muchacho, seria que se había lanzado a diputado, bueno como fuese ya era famoso por el simple hecho de llegar al congreso; pensaron. Pero a los días el viejo quedo yerto y a la madre del muchacho por poco y le dio un sincope. Leyeron un titular de esos horribles. “policías y malandros se cogieron a plomo en pleno centro de la ciudad”. Listo, ya le habían desgraciado la vida al muchacho. Bueno solo esperaban que no se lo hubiesen matado. Plomo regreso al pueblo un lustro después de haber partido. Se graduó en artes escénicas y era un cotizado actor. Sus padres no le quisieron preguntar por aquel episodio para no perturbarlo pero notaron que algo de malo le había dejado todo aquello pues se vestía y hablaba muy raro, y su modal era muy delicada y fina , nada que ver con el Plomo que se fue. Bueno mi vieja tenemos que resignarnos por lo menos vive aunque haya cambiado tanto. Le dijo el viejo a su esposa. Y ella le dijo. Se parece mas a la niña que siempre quise tener y nunca pude. El viejo le respondió sin reservarse ya nada. Claro vieja no ves que ahora es un bicho raro de esos que botan plumas.

2 comentarios:

Fedosy Santaella dijo...

Ahí vamos, poeta. Buen intento. Intente hacer más cortos los versos. Intenta también más la imagen, menos reflexión.

Saludos.

ALEXIS ALEJANDRO HENRIQUEZ TERAN dijo...

Gracias... Ok, lo sigo intentando

AGRANDADOR DE PENES/ MANUAL DE TECNICAS FOTOGRAFICAS