De ventanas y depravados

Tu morada y la mía al mismo nivel
la sala de baño, el desván
las ventanas; ¡ay…ventanas!
una vez mas observe tu celaje
ya somos tan puntuales
tan atados a esta bizarra rutina
de tocarnos, en la lejanía
cruzándose las miradas
sucio juego, pero así somos
la suciedad encantan embelesa
como embelesados se posan
tus exorbitantes ojos
sobre mi dorso desnudo. Alzo la vista
y ya no estas, solo presumo
te me escondes
me encanta
la ventana te delata
los reflejos nunca mienten
en este juego nuestro. Me acerco más
y aun no apareces…, sudor
espasmos y éxtasis
y tu que te sigues ocultando
solo valor y contémplame
al desnudo integro
que desde tu ventana veras bien enmarcado
¡apúrate…! somos dos los depravados.