sábado, abril 08, 2006

Les cuento que...

I parte
Ayer noche me paso una cosas de esas…no se ni como la llamaría, si horrible, decepcionante, o simplemente una bagatela mas en mi vida. Todo comenzó cuando mi jefe me convido a dar una vuelta con unos amigos. Me pude haber resistido pero no, era el jefe y no podía decepcionarlo. El hombre esta atravesando algunos problemas, su esposa esta de reposo post operatorio y el tipo como todos tiene sus urgencias. Así que me dijo que íbamos para un sitio muy de moda en una ciudad vecina. En efecto, llegamos al sitio. Un local de esos que aun antes de entrar ya te reflejan lo que se avecina, emanando efluvios de polución con mucho de pangola, cumarina y nicotina. Nosotros éramos cuatro, así que después de entrar nos acomodamos en una mesa que estaba hacia el final con igual números de sillas. Cuatro birras de una vez apenas capturamos al atareado mesonero, algunas risas maliciosas, las miradas empezaron a cruzarse y la testosterona a hacer lo suyo. Había unos hembrones en el sitio y vestidas tan tentadoramente que enseguida se me vinieron a la cabeza los dibujos de Manara. Sorbía con lentitud mi lupulosa bebida, pues de ordinario no tomaba pero ya saben...el jefe no aceptaba excusas. Lo vi y estaba que se babeaba, le dije a otro de los que nos acompañaban que no me gustaban esos lugares. Me dijo que a el sí y que esa era su vida de antes. Burdeles y putas. Le dije que yo jamás había pagado para estar con una mujer y que de esa manera no podía concebir el sexo. Se rieron y me tildaron de presumido. Les aclare que no se trataba de eso sino de cuestión de costumbre, tal vez ellos estaban acostumbrado a eso pero yo no. El jefe estaba empeñado en que una de las mujeres quería hablar conmigo pero yo le dije que no estaba interesado, se puso mas osado y trajo dos a la mesa. Una me dijo todo lo que me podía hacer en veinte minutos por una módica tarifa. Al momento se puso hablarle al oído a una y enseguida salieron. los otros se animaban entre las cervezas y también veían a cual podían pescar, pues había para todos los gustos. El jefe regreso a los veinte minutos con una sonrisa sardónica, como celebrando para su ego el hecho acontecido, estaba muy animado, quería llevarse otra al momento. Me pregunto cual me gustaba y yo le dije que solo me había llamado la atención una, me dijo que se la señalara y yo le dije que ya se había ido, me dijo que tal vez no. La vi al rato y se la señale, enseguida la llamo. Le dijo sin tapujos,señalandome, que quería estar con ella, yo sacudí la cabeza y me reí. El jefe me dijo que me parara y fuera con la joven y acto seguido le pago. La mujer fue a guardar el dinero mientras yo discutia con el jefe lo que había hecho. Al instante regreso la joven, bastante bella a la verdad, el jefe me hizo una mueca y no me quedo más que seguirla viendo como ellos se reían en la mesa. Fuimos a una pequeña habitación ubicada arriba del local, más o menos arreglada y con el aire acondicionado a todo dar. Trate de hablarle pero lo que me dijo fue desvístete rápido que solo tenemos veinte minutos. Lo hice sin mucho animo mientras ella lo hacia con premura, no llevaba ropa interior así que en un momento quedo al desnudo esperando por mi. Me pregunto si era la primera vez que venia y yo solo asentí mientras me echaba a la cama.

1 comentario:

Anónimo dijo...

das ganas de leerte

AGRANDADOR DE PENES/ MANUAL DE TECNICAS FOTOGRAFICAS